El accidente de Chernóbil fue un accidente nuclear sucedido el 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética, a 2,7 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia. Es considerado el peor accidente nuclear de la historia, y junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón en 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (accidente mayor, nivel 7). Asimismo, suele ser incluido entre los grandes desastres medioambientales de la historia.
El bombardeo de Guernica (Operación Rügen) fue un ataque aéreo realizado sobre población civil de esta localidad vasca el 26 de abril de 1937, en el transcurso de la guerra civil española, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española. Las estimaciones de víctimas cifran los fallecidos en un rango que abarca de los 120 a los 300 muertos. Sin embargo, Xabier Irujo, codirector del Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada y autor de un reciente estudio sobre el tema, ha elevado la cifra de muertos a alrededor de 2000.
El 25 de abril de 1974, en Portugal sucede la Revolución de los Claveles. El movimiento militar pone fin al régimen político dictatorial, autoritario, autocrático y corporativista implantado por António de Oliveira Salazar en los años veinte y continuado por Marcelo Caetano.
Hoy hace 25 años, en la localidad sevillana de Aznalcóllar se rompe una balsa de residuos mineros propiedad de la empresa sueca Boliden, provocando un enorme desastre medioambiental, los acuíferos se vieron altamente contaminados y se batió el récord mundial de concentración de metales pesados en aves acuáticas; por no hablar de los 5.000 puestos de trabajo hipotecados y de unas pérdidas del orden de los 1.800 millones pesetas. La fecha para el comienzo del juicio está prevista para el próximo mes julio. El laberinto judicial del caso podrá por fin contar con una sentencia que determine si la multinacional minera Boliden debe pagar 89 millones a la Junta por la contaminación de 4.643 hectáreas que causó la rotura de la balsa de residuos mineros, aunque sea un cuarto de siglo después.