from Enrique Dans
Desde que Facebook, apremiada por el peso de los miles de millones de dólares que invirtió en la adquisición de WhatsApp, comenzó a exigirle a la app de mensajería instantánea que aportase rentabilidad, las cosas parecen estar volviendo a un poso de sentido común que, muy posiblemente, nunca debió haber sido abandonado: las apps de mensajería instantánea no están hechas para ser rentables, sino para facilitar la comunicación entre personas. Superponer un modelo de negocio a una app de mensajería instantánea tiene un problema: que una app de mensajería instantánea es lo que muchos estudiantes de ingeniería informática hacen