Qué difícil me resulta desconectar el cerebro.
Hoy ha sido el primer día en que he podido desconectar del trabajo, y mientras juego Final Fantasy IX, pienso:
“Buah, la de audios que quiero grabar para Divagaciones”“Podría transmitir esto a Twitch”“Tengo que ponerme con el podcast de literatura”“Qué ganas de que llegue el equipo de audio de julio”
Voy a tener que hacer un esfuerzo grande por estar REALMENTE de vacaciones. Lo necesito. Nada que huela a obligaciones, tampoco online.