La verdad es que no entiendo por qué se ha generado tanto revuelo con ProtonMail. Los países tienen leyes, y esas leyes hay que cumplirlas. Más aún en este caso, que se pidió rastrear una dirección de correo en concreto perteneciente a un delincuente ya reconocido por la ley. Ojalá todas las actuaciones judiciales fueran así y no una vigilancia masiva "por si acaso".